Entrevista con Gerd Mittermeier acerca de la conducción autónoma, las novedades que entraña en la red de a bordo y el papel de los seguros y los servicios de streaming.
«Numerosos proveedores de contenido, como los servicios de streaming, apoyarán e impulsarán el desarrollo de la conducción autónoma, ya que ven en ella un enorme potencial de negocio. Por eso, creo que la conducción autónoma se hará más asequible.»
Tech Talk es una serie de entrevistas que presenta algunos personajes inspiradores dentro y fuera de MD, procedentes del mundo de la tecnología, la innovación y otros ámbitos. En este capítulo nos hemos sentado con Gerd Mittermaier, Global Vice President Product Management – Markets – R&D en MD.
Hablamos sobre su trabajo en MD, los vehículos con conducción totalmente autónoma, los nuevos conceptos de uso que ofrece y su potencial, así como la posible influencia en el coste y el papel de MD en este desarrollo.
Gerd, cuéntanos un poco sobre ti. ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Tras mis estudios universitarios en ingeniería electrotécnica, durante más de ocho años ocupé diferentes puestos en la industria de los semiconductores. Desde 2008 formo parte de MD y aquí he tenido la posibilidad de acumular una gran experiencia en las más diversas áreas, participando de forma activa en el futuro de la empresa con nuevas ideas y enfoques. Desde 2013 soy responsable de mi área actual, Product Management y R&D.
Lo más emocionante de mi trabajo es la oportunidad de contribuir considerablemente a diseñar el futuro del sector automovilístico en lo que se refiere a la conectividad y la comunicación. Veo que este sector experimenta ahora su mayor transformación, al igual que muchos otros tras la invención del automóvil hace más de 100 años. Para mí, no hay nada más emocionante que el cambio y las oportunidades que brinda.
Hablemos sobre la megatendencia de la conducción autónoma. ¿En qué punto estamos actualmente? ¿Cuál es el statu quo?
En los primeros congresos del automóvil de la última década, diferentes fabricantes de automóviles ya anunciaron un vehículo totalmente autónomo para finales de los años 20 de este siglo. El grado de madurez de este concepto se clasifica en cinco niveles, que van del nivel uno (conducción manual) al cinco (conducción totalmente autónoma, donde no es necesaria la intervención humana en ninguna situación).
Para la conducción totalmente autónoma, son necesarios varios sensores que permiten detectar el entorno de forma segura y en tiempo real. Con lo que se denomina fusión de sensores, se recopilan los datos de cámaras y sensores LiDAR, radar y sensores de aceleración (por mencionar algunos) y se envían a un ordenador central. Los datos generados deben procesarse en muy poco tiempo en el ordenador central del vehículo para que el algoritmo pueda tomar las decisiones adecuadas a su debido tiempo. Esto debe realizarse mucho más rápido de lo que lo haría el hombre.
No obstante, de lo que se deduce por las últimas declaraciones, la introducción del nivel 5 en las vías públicas se retrasará como mínimo hasta mediados de los años 30 debido a cuestiones técnicas y asuntos relacionados con los seguros. Esto es lo que se refleja también en una encuesta realizada entre los participantes del congreso ELIV, que tuvo lugar en Bonn en el otoño de 2021.
Sin embargo, en todo el mundo se están utilizando vehículos con conducción totalmente autónoma en fase de prueba para recoger las primeras experiencias. En EE. UU. podemos mencionar a Waymo, de Arizona, que ofrece un servicio de taxi en el marco de un proyecto piloto para personas seleccionadas. En China está el fabricante de automóviles AutoX. En Europa, el «viejo» continente del automóvil, la pionera es la empresa Mercedes-Benz AG, con el primer vehículo de nivel 3 autorizado.
California ofrece incluso la posibilidad de consultar lo que se denomina «Autonomous Vehicle Collision Report» en la página web del «Department of Motor Vehicles» (DMV).
¿Cómo crees que va a evolucionar esta megatendencia?
El desarrollo de la conducción autónoma va por buen camino. Sin embargo, aún se necesita un gran impulso de desarrollo para alcanzar el nivel 5 de forma segura y estable.
Con cada vez más frecuencia veremos vehículos (parcialmente) autónomos en recintos privados, como vehículos en minas, segadoras-trilladoras para la cosecha o incluso vehículos de carga en instalaciones portuarias, por decir algunos ejemplos.
En las vías públicas, además del desafío técnico que supone, también es imprescindible la actuación del legislador para conformar una base de seguridad jurídica en caso de accidente. Y justo esto es lo que se manejará de distintas formas en las diferentes regiones del mundo. Los OEM con presencia global tienen que cumplir los requisitos de todo el mundo.
Actualmente, en el transporte individual nos encontramos en el nivel 2+, es decir, conducción asistida, por ejemplo, al adelantar. Pero para la conducción totalmente autónoma en el transporte individual por autovía vamos a tener que esperar aún un poco.
¿Qué potencial alberga la conducción autónoma?
La conducción autónoma ofrece muchas ventajas, pero también algún que otro inconveniente. Uno de los aspectos más importantes en este debate es el objetivo de reducir el número de accidentes de tráfico, especialmente los de mayor gravedad. El tiempo de respuesta de un vehículo con conducción autónoma será menor que el del ser humano. Además, los vehículos también intercambiarán datos entre sí, lo que permitirá una conducción preventiva y ecológica.
Para muchos conductores, el tiempo de la conducción es un tiempo perdido. En cuanto deje de ser necesaria la intervención humana durante la conducción, las horas que quedan libres podrán utilizarse de otras formas. Aquí pienso en el trabajo de oficina, pero también en los numerosos proveedores de contenido como los servicios de streaming, que ya están viendo un enorme potencial de negocio.
Con la ampliación de la conectividad con otros vehículos y la infraestructura, como por ejemplo, los semáforos, los desplazamientos pueden ser más ecológicos gracias a la optimización de las rutas y los procesos de aceleración y de frenado. De este modo también se da respuesta a las preocupaciones medioambientales sin tener que cambiar el tipo de accionamiento.
Como consecuencia de esta megatendencia, el coste de la electrónica en el vehículo va a aumentar rápidamente. Por eso, me gustaría abordar esta cuestión: en tu opinión, ¿todo el mundo podrá permitirse la conducción autónoma?
Esa es una pregunta muy interesante. Existen algunos grupos de interés que apoyan e impulsan el desarrollo de la conducción autónoma. El primero que hay que mencionar es el Estado, cuyo objetivo es seguir fomentando la reducción de los accidentes. Con la generalización de la conducción autónoma se reducirá la frecuencia de los accidentes, y, por tanto, una disminución enorme de los daños económicos resultantes. Eso seguro que también les interesa mucho a las empresas de seguros. ¿Incluso podrían aumentar las cuotas del seguro en el caso de que se desee conducir manualmente? No lo sé, pero creo que podría ocurrir.
Por otra parte están los proveedores de contenido como los servicios de streaming, que, como he dicho antes, ya están viendo un enorme potencial de negocio. Con la conducción autónoma, el tiempo de desplazamiento se convertiría en un tiempo de consumo potencial, o sea, se pueden ofrecer y usar más contenidos mediante modelos de pago.
Las tasas y frecuencias de transmisión de datos aumentarán muy rápidamente como consecuencia de la conducción autónoma. ¿Cómo crees que tiene que cambiar la red de a bordo para hacer posible este desarrollo?
En las revistas especializadas, desde hace bastante tiempo se está hablando y debatiendo sobre la adaptación de la red de a bordo a los requisitos cada vez más complejos. En este aspecto, la palabra clave es «arquitectura por zonas». Con el concepto por zonas, será posible efectuar más funciones en el vehículo sin que la complejidad (unidades de control individual descentralizadas, uno o dos ordenadores centrales, los más diversos sensores, etc.) aumente de forma exponencial. Además, se está concediendo una especial atención a mejorar la trazabilidad de las piezas y también a la automatización en la fabricación de la red de a bordo. Actualmente, la mayor parte del mazo de cables se produce de forma manual en países con salarios bajos. Asimismo, en un entorno electromagnético, cada vez serán necesarias mayores tasas de transmisión de datos. Como consecuencia, se necesitarán más componentes de enchufe y de cables optimizados en el sector del cobre. Además, en algunos ámbitos también hará su aparición la transmisión óptica de datos en el vehículo. En los grupos del IEEE ya se están debatiendo y estableciendo los primeros estándares para ello.
Gerd, una última pregunta para finalizar: ¿qué está haciendo MD para prepararse para todos estos requisitos?
Desde hace años, MD es conocida por centrarse en la fabricación altamente automatizada de ensamblajes de cables. Nuestro enfoque modular nos permite reaccionar rápidamente a los cambiantes requisitos en cuanto a volumen y componentes. Los costes de equipamiento pueden reducirse en consonancia. A esto se suma que MD ya comenzó en 2012 con el desarrollo del primer sistema de cableado de ejes, lo que ha permitido una trazabilidad de las piezas basada en el sistema. Esta trazabilidad se puede utilizar para los requisitos que sean necesarios. En este caso estoy pensando en el cálculo de las tasas FIT (Failure in Time) y MTTF (Mean Time to Failure). Además, continuamente ampliamos nuestra gama de productos con componentes que ofrecen tasas de transmisión de datos aún más altas. Así, además de los sistemas basados en cobre como, por ejemplo, el C-KLIC, también desarrollamos ya soluciones de transmisión óptica de datos para el caso de que los medios de transmisión basados en cobre ya no sean suficientes en el futuro para algunas aplicaciones.
Debido al gran aumento de la demanda de cables coaxiales y cables multifilares en la industria automotriz, trabajamos de forma continua para seguir ampliando nuestra capacidad de producción en todo el mundo.
Gerd, ¡muchas gracias por esta charla tan interesante!
Los avances tecnológicos y las nuevas vías ayudarán a establecer la conducción autónoma en el mercado
La conducción autónoma requiere mucha tecnología adicional altamente desarrollada, como por ejemplo, la fusión de sensores en el vehículo. En la red de a bordo, esta evolución se afrontará mediante la «arquitectura por zonas». Para limitar el coste de todo esto, se está pensando en posibles formas de ahorro o de financiación cruzada que van en distintas direcciones: por una parte, con la conducción autónoma aumentará la seguridad, con lo cual es posible imaginar un ahorro de costes en el ámbito de los seguros. Por otra, el tiempo «al volante» se podrá emplear de forma productiva o para el consumo de medios. Los proveedores de streaming ya ven un gran potencial para crear nuevos canales de venta. Por parte de los proveedores, MD mantiene los costes lo más bajos posible gracias al constante aumento del grado de automatización. Póngase en contacto con nosotros y descubra más sobre cómo MD hace posible la conducción autónoma.